ÁYAX
ÁYAX:
Áyax, hijo de Telamón, rey de Salamina, fue un soldado griego que luchó contra los troyanos, en la Ilíada iba armado con un escudo hecho de bronce y recubierto de siete capas de piel de buey, que era tan alto como él.
Áyax era primo de Aquiles por parte paterna, porque Telamón era hermano de Peleo y estos eran descendientes de Zeus. Fue entrenado por el centauro Quirón transmitiéndole todos sus conocimientos sobre la guerra. Cuando era pequeño Áyax travó una gran amistad con Teucro que era el hijo bastardo de Telamón.
Durante la guerra de Troya, Áyax fue el defensor de los aqueos frente a los troyanos, cuando Aquiles se retiró del campo de batalla por su disputa con Agamenón, Áyax tomó el mando del ejercito que comandaba Aquiles. Cuando Patroclo murió a manos de Héctor, Áyax fue en busca del cadáver del otro primo de Aquiles aunque no fue capaz de evitar que le quitaran la armadura.
Tras el rescate del cadáver de Patroclo, Áyax se enfrentó a Hector durante horas quedando en empate el combate cuando ambos se marcharon del campo se intercambiaron dos regalos, Hector le dio su espada y Áyax su cinturón.
Cuando Aquiles murió, Áyax y Ulises se presentaron candidatos para portar la armadura de Aquiles y se decidió que ambos recitasen un discurso para con vencer a Agamenón. Áyax acabó derrotado frente a Ulises, Áyax decidió vengarse del rey de Ítaca. Atenea, diosa protectora de Ulises, decidió confundir a Áyax haciendo que atacara al rebaño de ovejas que llevaban con sigo los aqueos; tras matar a todos los animales, Áyax volvió en si y decidió quitarse la vida clavándose su espada en el vientre.
Tras el rescate del cadáver de Patroclo, Áyax se enfrentó a Hector durante horas quedando en empate el combate cuando ambos se marcharon del campo se intercambiaron dos regalos, Hector le dio su espada y Áyax su cinturón.
Cuando Aquiles murió, Áyax y Ulises se presentaron candidatos para portar la armadura de Aquiles y se decidió que ambos recitasen un discurso para con vencer a Agamenón. Áyax acabó derrotado frente a Ulises, Áyax decidió vengarse del rey de Ítaca. Atenea, diosa protectora de Ulises, decidió confundir a Áyax haciendo que atacara al rebaño de ovejas que llevaban con sigo los aqueos; tras matar a todos los animales, Áyax volvió en si y decidió quitarse la vida clavándose su espada en el vientre.
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